domingo, 15 de marzo de 2009

Vintage

El otro día mientras comíamos le pregunté a mi pareja que eran para él las cosas "vintage"; su respuesta fue contundente:
-Ana, olvídate de meter más mierda en casa.
-No, si esta vez no lo decía por eso, no había encontrado nada nuevo que traer- simplemente quería tener una contestación literal a mi pregunta.
-Lo vintage son las cosas que no sirven para nada, todo aquello que seguramente no funciona y que la gente deshecha y que tú vas recogiendo o comprando por ahí. Como traigas un trasto más voy a empezar a pensar que tienes el "síndrome de diógenes"-respondió finalmente.
La verdad es que él no entiende que me entusiasme con las teles antiguas, con las radios, con cositas insignificantes que fueron nuevas en su momento.
-Ana (me llama así cuando hablamos en serio), ¿para qué quieres coleccionar cosas que sabes que no vas a usar?,
-Joe, porque me gusta,¿tan difícil es de entenderlo?.
-Tenemos tele de taitantas pulgadas, cámaras de fotos de no se cuantos píxeles, bicis nuevas,,
-Que sí, que sí,,total, voy a ahacer lo que me de la gana, cuando vea algo que yo considere chulo lo voy a coger o lo voy a comprar, lo escondo, y cuando me parezca lo voy colocando por ahí, y ya será tarde para que pueda decirme algo. Esa es mi técnica.
La verdad es que me gusta guardar cosas; cosas que para mi tienen en su momento algo especial o que simplemente cuando las veo me encantan, y las cosas vintage (que no las viejas) son así, especiales.
El caso es que me gustaría ser tan eminentemente práctico como mi novio y ver lo nuevo como nuevo, y lo viejo como viejo, pero no soy capaz, siempre voy más allá.

No sé si será casualidad, pero al contrario de lo que le pasa a todas las madres cuando sus hijos se van de casa: que se sumen en una honda tristeza, que lloran casi a diario, etc, etc,, a mi madre se le iluminaron los ojos cuando un buen día decidí independizarme, y no por mí, sino por todo lo que iba a zumbar de su casa detrás de mi. El caso es, que cuando vuelvo a lo que se le suele llamar el calor del hogar , yo me encuentro con que ya no queda nada de mi, ni de mis cosas, ni siquiera de los cuadros que le regalaba a mis padres por el día del padre o de la madre,,todos me han acompañado a mi nuevo hogar. Cajas y cajas de cosas vintage han venido conmigo y se han instalado con mi pareja y conmigo, para mi alegría y su desesperación, y para el regocijo de mi madre, claro está (¿o talvez es que no me quiere y por eso se puso tan contenta cuando me fuí? No, no creo que sea eso)

¿Y que voy a decir a mi novio?: Pues que si no le gusta, va a tener que ir comprando unos cuantos kilitos de azúcar..

1 comentario:

  1. No todos saben apreciar por que coleccionamos segun que cosas, o no entienden el valor que le podemos dar nosotros, que por supuesto, no sera el mismo que le den otras personas, pero lo que esta claro, es que nadie te podra convencer de que dejes de hacerlo. Al menos conmigo no han podido...

    Saludetes!

    ResponderEliminar